¿Comen las plantas?


Al contestar a otra pregunta hemos dicho que las hojas de ciertas plantas se muestran sensibles a las diferencias entre la luz y la oscuridad, lo cual equivale, en cierto modo, al sentido de la vista, aunque muy distinto del nuestro y muchísimo menos útil. En lo que se refiere a dicha pregunta, hemos de tener presente, en primer lugar, que los árboles son también plantas; y, en segundo lugar, que la palabra sentir es aplicable a cualquiera sensación.

Aun cuando entendiésemos por sentir únicamente la sensación del tacto, la pregunta podría contestarse con un “sí”, en lo que se refiere a muchas plantas llamadas sensitivas. Algunas de éstas son especialmente hábiles, y parecen sentir los objetos que con ellas se ponen en contacto, pues se comen a los insectos, y para esto es preciso que la planta se dé cuenta de que uno la ha tocado. Sus hojas están cubiertas de unas vellosidades muy diminutas, pegajosas y sensibles que semejan pelos cortos. Si tocamos una de esas hojas con el dedo, observamos que se enrolla; si la toca un insecto, la sustancia pegajosa de los pelos lo sujeta y queda aprisionado en la hoja al enrollarse ésta rápidamente. De manera que el insecto muere, y la planta digiere su cadáver, esto es, se lo come. Tal especie es la más sencilla entre las llamadas plantas carnívoras, o comedoras de carne, que se encuentran en todas partes del mundo. Algunas de ellas constituyen trampas de gran tamaño, capaces de cazar insectos muy robustos.