¿Por qué el agua muy fría rompe un vaso caliente?


La razón por la cual el agua muy fría rompe un vaso caliente, es la misma exactamente por la que el agua muy caliente rompe un vaso frío, cosas que no suceden con frecuencia. Tratándose de un vaso muy delgado no se romperá con agua fría, ni con caliente; y sabemos que los químicos usan a menudo unos tubitos de cristal sumamente delgado, llamados probetas de ensayo, que resisten la acción de la llama, pudiendo hervirse agua en ellos sin temor de que se rompan.

Vulgarmente se cree que cuanto más delgado es el cristal, más fácilmente puede romperse, siendo así, que precisamente, sucede todo lo contrario. Si, por ejemplo, llenamos de agua caliente un vaso ordinario, el calor es conducido desde el agua al vaso, debiendo éste dilatarse, pero el calor no ha llegado todavía a la parte exterior del vaso, que se halla en su primer estado, frío. Por esto, al dilatarse la capa interior que se ha calentado, rompe la exterior que la rodea. Lo contrario ocurre cuando un vaso caliente se llena de agua fría; la parte interna se contrae antes que la exterior, y ésta se rompe. Pero usando vasos muy delgados, el calor atraviesa todo el cristal con gran rapidez; calentándose las partes internas y externas del vaso al mismo tiempo, y haciendo así que la dilatación o la contracción se efectúen por igual y al mismo tiempo en todo el cristal, se evita el que el vaso se quiebre.