¿Podríamos leer a la luz del fuego que hay en el interior de la Tierra?


He aquí una pregunta rara; y ciertamente, quien la medite con algún detenimiento, se convencerá de que no es cosa fácil dar aquí una respuesta precisa, pues con sólo recordar que la cavidad más profunda que hasta ahora se ha abierto en la tierra no pasa mucho más de dos kilómetros, deducirá que contestar a esta pregunta, es hablar de lo que nadie ha visto. Creemos, sin embargo, aceptable la respuesta siguiente: Si pudiéramos separar la corteza terrestre, de la misma manera que mondamos una naranja, de tal modo que quedara expuesto el centro incandescente de la tierra, seguramente daría bastante claridad, algo así como un pequeño sol; y entonces es indudable que podríamos leer a su luz, pero sin poder afirmar lo que sería de nosotros en este caso.

No obstante, es útil y conveniente tengamos en cuenta que, si bien vivimos sobre la corteza terrestre enteramente fría, con todo, debajo de ella, hay un núcleo de fuego que, si pudiera ser visto, despediría una luz tan brillante, que nos atrevemos a afirmar que con ella podrían leer los habitantes de la luna, si ésta estuviese habitada.