¿Por qué cae la lluvia en forma de gotas y no a chorros o como una masa de agua?


Hasta hace pocas décadas no habíamos dado con la verdadera respuesta a esta pregunta. Pudiera suponerse que cuando la temperatura del aire desciende lo bastante, el vapor de agua que contiene, o alguna porción de él, debiera licuarse formando una masa y caer en esta misma forma. Pero esto no puede suceder así, porque deben concurrir siempre ciertas condiciones especiales para lograr que el referido vapor se licué.

Es preciso que exista cierto punto o partícula sólida aislada, alrededor de la cual pueda condensarse el vapor cuando se convierte en líquido. Poco importa cuál sea la naturaleza de esta partícula; lo esencial es que exista, y la consecuencia de su existencia es que la lluvia cae en forma de gotas. Él descubrimiento de la causa que determina la formación de las gotas de lluvia es el que nos permite contestar esta pregunta. Las partículas que desempeñan este servicio pueden ser pequeñas o grandes. A menudo son visibles, como trocitos de polvo o suciedad, o algo semejante.

Se ha descubierto también que las moléculas que constituyen los gases que existen en el aire son susceptibles de desdoblarse bajo la acción de la electricidad, y el vapor puede condensarse entonces sobre sus componentes. En tanto no sepamos más acerca de los fenómenos eléctricos que se desarrollan en el aire, nuestros conocimientos relativos al clima y sus fenómenos no podrán ser mayores.