¿Pueden los gases sustraerse a la acción de la gravedad?


La ley de la gravedad está obrando constantemente. Jamás es desobedecida, suspendida, ni aniquilada, porque aunque esto acontezca con las leyes que dictan los hombres, no ocurre nunca con las que la Naturaleza establece. Por consiguiente, si en alguna ocasión encontramos una cosa que parece desafiar la ley de la gravedad, debemos tener la seguridad absoluta de que se halla sometida a la influencia de alguna otra fuerza o fuerzas, y que lo que ocurre es el resultado de estas fuerzas y de la gravedad.

Esto es lo que acontece con los globos que flotan en el aire y los corchos que se mantienen en la superficie del agua; con las naves que cruzan la atmósfera y los mares; con las nubes que rodean las cimas de las montañas. También es aplicable al gas de hulla, y si éste o cualquier otro gas se elevan, debemos entender que la gravedad está obrando sobre él constantemente, y que, de no existir aquélla, las cosas ocurrirían, indudablemente, de un modo muy distinto.

Se ha descubierto que los átomos de los gases pueden empujarse los unos a los otros, de lo que resulta que cierto número de ellos logran moverse hacia arriba con tanta rapidez que la gravedad de la Tierra no es suficiente para contenerlos. Cuando así ocurre, estos átomos se elevan en el espacio, aunque no por ello se sustraen a la acción de la gravedad, la cual sigue actuando sobre ellos con la misma fuerza que si descendiesen.