¿De dónde procede el oxígeno del Sol si en ese astro no hay plantas?


No es fácil de comprender, pero debemos recordar que un objeto puede poseer una temperatura elevadísima y enrojecerse y flamear sin que haya combustión ni combinación alguna con el oxígeno. El hilo de las lámparas eléctricas de incandescencia es un ejemplo bien conocido de esto. Ahora bien, hace ya mucho tiempo, creían los astrónomos que el calor y las llamas del Sol eran debidas a combustiones que se producían en este astro, lo mismo que ocurre en la Tierra; pero después se hicieron a sí mismos la pregunta siguiente: “Si la luz y el calor del Sol son debidos a la combustión, ¿de dónde procede el oxígeno y el combustible indispensables para ella?” Si el Sol estuviese ardiendo, como arden las cosas en la Tierra, habríase consumido hace muchos millones de años. No hay materia suficiente en el Sol para engendrar toda la luz y todo el calor que produce. Por consiguiente, el calor y la luz que del Sol emanan no proceden de ninguna combustión ni combinación, como ocurre también en el caso de la lámpara eléctrica de incandescencia. El calor del Sol se sostiene, en parte, por la incesante contracción que su masa experimenta, y en parte también, se supone, por la acción de ciertos elementos, tales como el radio, que deben de existir en dicho astro.