¿Seguirá la Tierra moviéndose siempre a la misma velocidad?


No; el día se va alargando, porque las mareas van retardando el movimiento de este trompo colosal que hemos bautizado con el nombre de Tierra. Si colocáis un dedo sobre la superficie de un trompo mientras gira, retardaréis su movimiento: empleará mayor tiempo en cada rotación; y si existiese un foco luminoso en un ángulo de la habitación y hubiese en la superficie del trompo un ser viviente, dotado de inteligencia, advertiría que su “día” se había hecho más largo. Esto nada tiene que ver con el aumento y disminución de los días en las diversas estaciones del año; nos referimos tan sólo al día real, de veinticuatro horas, que viene a ser un giro completo alrededor de su eje, o revolución del trompo colosal en que habitamos.