¿Hay mares de fuego en el mar de gases calientes de la superficie solar?


Hemos dicho que si hubiese mares en la Luna, habría mareas. Ahora bien, en el Sol no existen océanos de agua, pero toda su superficie está cubierta por un verdadero mar de gases calientes; y sabemos que el Sol, a semejanza de la Tierra, gira sobre su eje y en la misma dirección que nuestro globo. Así, pues, la superficie del Sol cambia de forma a medida que gira sobre su eje, por efecto, probablemente, de la atracción de la Tierra, y también por la de otros planetas, en especial por los que tienen una masa tan grande como Júpiter.

Al decir “probablemente” queremos significar sólo que tal vez la atracción sea lo bastante intensa para que podamos apreciar sus efectos. Atracción debe existir, indudablemente, porque ésta se ejerce siempre entre todas las porciones de materia, sea cual fuere el lugar donde se encuentren, aunque no sea siempre lo suficientemente sensible para que podamos apreciar sus resultados. Estas mareas, producidas en el Sol por la influencia de la Tierra, han de ser colosales, mucho más importantes aun que las originadas por la influencia del Sol sobre la Tierra en fusión, en épocas remotas.