EL ROBLE - Gotthold Efraim Lessing


Cuando los poderosos caen, la ruina hace resplandecer mejor la grandeza que poseyeron. Lessing pone de relieve la anterior verdad en este ejemplo, del roble derribado por el aquilón.

De sus astros profundos
El aquilón furioso,
En una noche oscura
Al son del trueno ronco,
Lanzóse por los campos
Causando mil destrozos.
Creciendo en ira, a un roble
Altivo, con sus soplos
Al fin, no sin esfuerzos,
Quebró el robusto tronco.
Cedió el árbol que ha siglos
Vivir pudo en reposo
Y su pesado cuerpo
Estremeció bien pronto
La tierra, que sembrada
Se vio de algunos otros
Arbolillos que fueron
Arrastrados al sordo
Rumor de la caída,
Del vencido coloso.
Cuando vino la aurora,
Dejó su cueva un zorro,
Y viendo esta tragedia
Con espanto, y atónito,
Así exclamó: - ¡Qué árbol!
Gigante era, y con todo
Jamás cuando a los cielos
Alzaba vanidoso
Su frente audaz, tan grande
Apareció a mis ojos.