LA ÚLTIMA ROSA DE ESTÍO - Tomás Moore


Una de las más celebradas composiciones del poeta inglés Tomás Moore (1779-1852) es la que va a continuación, notable por la honda melancolía de que están impregnados sus versos.

En una inmensa soledad hoy miro
Del estío esa rosa postrimera:
Marchitas y en la tierra derribadas
Se esparcen sus hermosas compañeras.
Ninguna flor de su familia existe;
Pétalo alguno de su especie queda
Que su matiz purpúreo ya refleje
Y alcance al menos suspirar con ella.
No quiero, oh rosa solitaria y linda,
Dejarte así en tu tallo. Pues que en tierra
Tus hermanas cayeron, ya perdido
Su brillante esplendor, ve tu con ellas
A dormir hoy también. Siembra tus hojas
Con gusto en ese lecho entre la yerba,
Donde reposan las que viste alzarse
En tu jardín, sin su perfume y muertas.
Yo mismo seguiré tu infausta suerte:
En este mundo la amistad se amengua
Y a la corona del amor le faltan
Las flores que le dan tanta belleza.
Desde el instante que de muerte herido
Es el fiel corazón, ya no alimenta
La ternura. ¡Ay de mí! ¿Cómo en un mundo
Tan frío, a solas habitar quisiera?