LAS OCAS - Guy de Maupassant


Guy de Maupassant. afamado novelista francas (1850-1893). luce su originalidad ingeniosa en la siguiente composición, que se cuenta entre las mejores producciones de su colección de versos.

Todo está lóbrego y mudo;
Ni un solo pájaro se oye;
Blancos, bajo el cielo opaco,
Se extienden campos y bosques,
Y no más los negros cuervos,
De su presa buscadores.
Hincando el pico en la nieve
Aquella blancura rompen.
De pronto, clamor confuso
Se oye allá en el horizonte,
Y se acerca, y viene, y llega
Con bruscas palpitaciones.

Es la tribu de las ocas
Que, cual dardos voladores,
Alargando el cuello flaco,
Rasgan el aire veloces.
Azotándolo ruidosas
Con precipitados golpes.
La que las guía, cruzando
Mares, llanuras y montes,
Para que aviven la marcha,
Para que el vuelo redoblen,
Arroja de vez en cuando
Un graznido desacorde.

La volátil caravana,
Como cinta suelta y doble,
Ondulando va en el aire,
Y se despliega y se encoge.
Y ensancha el extenso triángulo,
Que jamás se descompone.

Mientras, sus pobres hermanas
Con paso trémulo y torpe,
Por el frío entumecidas.
Los anchos prados recorren.
Y van, a su imperio dóciles.
Meciéndose, cual si fueran
Pesadas embarcaciones.
De la voladora tribu
Oyen los agrios clamores;
Yerguen la cabeza, miran
Al cielo; absortas e inmóviles
Las ven pasar y perderse
Entre las nieblas. Entonces
Quieren seguirlas, y en vano
Sus alas flojas y pobres
Agitan. Desesperadas,
Oyendo de aquellas voces
El reclamo, despertarse
Sienten, al tremendo choque,
La libertad primitiva
Dormida en sus corazones,
Y la fiebre del espacio
de otros climas mejores.
Sobre la nieve, aturdidas,
Marchan sin saber adonde,
Y lanzando, como locas.
Sus gritos desgarradores,
A las libres compañeras
Largo tiempo les responden.