Juan Kepler lee el misterio de las estrellas


Fue este joven, Juan Kepler el gran astrónomo alemán, nacido en Wüttemberg en 1571 y muerto en Ratisbona en 1630. Eran sus padres gente de escasos recursos, pero que lograron dar a su hijo una esmerada educación, único bien de fortuna que pudieron legarle. Se instruyó en un colegio de religiosos, y fue nombrado a los veintidós años profesor de astronomía. Hasta esta fecha no había sentido afición particular a esta ciencia, a pesar de haber leído las obras de Copérnico, que desde luego juzgó ajustadas a la verdad; mas en adelante consagró toda su vida al estudio de los cielos.

Fue siempre pobre, y aun muchas veces, en los últimos años de su existencia, viose apurado en poder ganar lo necesario para su sustento.

Durante mucho tiempo hizo Kepler los esfuerzos más atrevidos para dar respuesta exacta a esta pregunta, que lo intrigaba sobremanera: ¿Cómo conservan su posición en el sistema solar estos grandes cuerpos brillantes que llamamos astros? Algunas de las explicaciones que dio fueron algo acertadas, otras erróneas en absoluto.

Escribió una obra en la que reprodujo cuanto había hecho y enseñado. Llegó este libro a manos de Brahe, quien de esta manera conoció al nuevo astrónomo, del cual tanto se había de hablar en lo sucesivo. Tycho Brahe lo nombró auxiliar suyo, y aun cuando sólo vivió dos años en su compañía, éstos fueron fructuosísimos para la historia de la ciencia astronómica.