La vacuna del doctor Salk para la poliomielitis


La poliomielitis o parálisis infantil, enfermedad que ha costado la vida de tantos niños y jóvenes, y que a tantos otros dejó lisiados, está hoy en retirada. En 1954 se llevó a cabo en Estados Unidos de América un gigantesco experimento con la nueva vacuna preventiva de la poliomielitis, creada por el doctor Jonás Eduardo Salk. Fue inoculada a 400.000 niños, en tanto que un número igual recibió tratamiento semejante con una sustancia inofensiva pero ineficaz. Al cabo de un tiempo se verificó que el grupo tratado con la vacuna Salk había desarrollado una mayor defensa ante el ataque de la poliomielitis, pues se presentaban en él muchos menos casos de dicha enfermedad que en el grupo testigo tomado como término de comparación. Ante tales resultados, el servicio de salud pública de Estados Unidos autorizó la fabricación y uso de dicha vacuna. Desgraciadamente, en los primeros tiempos de la elaboración industrial un cierto número de unidades salieron contaminadas por virus con suficiente vitalidad como para causar la misma enfermedad que debían prevenir, pero muy pronto se ideó un sistema de control que garantizara el máximo de seguridad.

El doctor Salk comenzó las investigaciones que lo condujeron a crear su vacuna buscando una para la gripe, lo cual no deja de ser curioso. Este joven descubridor merece el agradecimiento de miles y miles de niños, y de sus padres y madres, no sólo porque derrotó a la poliomielitis, sino también por haber renunciado a todos sus derechos sobre su descubrimiento, donándolo desinteresadamente a la humanidad.