Herman Hesse o el individualismo que defiende su soledad


 Los comienzos literarios de este famoso escritor alemán nacido en 1877, son los del poeta lírico, cuya novela inicial Pedro Camenzind, publicada en 1904, le dio vasta nombradla.

Hermán Hesse es, por su carácter, un ser pacifista y antiviolento; puede explicarse entonces la honda crisis producida en su espíritu por la primera Guerra Mundial, que lo obligó a establecerse en un territorio neutral y a adoptar la nacionalidad suiza.

Sus novelas, psicoanalíticas e introspectivas, afrontan el problema de la vida interior atormentada y de la soledad de los grandes espíritus, como lo revelan Demián, El lobo estepario, y Siddharta.

El tránsito hacia una visión más serena de la vida se opera en una novela posterior: Narciso y Goldmundo, dos personajes en los que se encarna el espíritu puro y la vitalidad pánica, la filosofía y el arte. Por último, en El juego de abalorios, asistimos a la visión esperanzada de la comunidad comprensiva de los hombres, en una república ideal.

Premio Nobel de Literatura en el año 1946, Hesse, artífice de una prosa moderna, consciente de su armonía clásica, es el continuador del más excelso romanticismo alemán iniciado por Goethe, Schiller y Heine.