Varsovia, la capital polaca, es el punto de contacto entre Europa central y oriental


Varsovia o Warszawa, la capital de Polonia, está situada en el centro del territorio, sobre la falda de los bancos orientales del río Vístula, a unos cincuenta metros sobre el nivel de las aguas. Desde la Edad Media, esta ciudad ha sido el centro comercial entre la parte oriental y occidental de Europa. El Vístula, que es navegable y la comunica con el mar, constituyó, por espacio de muchos años, la principal vía de comunicaciones de los polacos. Durante el verano circulan por él muchos vapores y lanchones de carga en dirección a Gdansk, o pequeños botes procedentes de Pulawy y Sandomierz, cargados de exquisitos frutos para el mercado.

Antes de la segunda Guerra Mundial, en que un 80 % de su edificación fue totalmente destruida por los bombardeos aéreos, era Varsovia una ciudad hermosa y pintoresca. Los techos rojos, en forma de torre, de las mansiones antiguas, sobresaliendo de entre los árboles que las circundaban, formaban un bonito cuadro. La ciudad antigua era la parte más bella; la mayoría de sus casas y residencias de ricos comerciantes habían sido edificadas por los príncipes mercaderes de antaño, y tenían sus nombres especiales, así como sus escudos de armas, por ejemplo: La Casa de los barcos, la Casa de los leones, la Casa del negro, etc. En las puertas de muchas de ellas se admiraban magníficos trabajos antiguos de hierro repujado, bronce y madera. Algunas calles antiguas eran sumamente estrechas, y ocultaban debajo de su pavimento pasillos secretos que servían como lugar de escape en las épocas de dominación extranjera. Dentro del perímetro de la ciudad antigua se levantaba un viejo castillo y la magnífica catedral gótica de San Juan, construida en el siglo xiv.

Una de las joyas de Varsovia era su parque, en cuyo centro estaba el viejo Teatro Real de Verano: un anfiteatro abierto con un escenario de mármol que imitaba un templo en ruinas. El escenario se alzaba sobre una isla, y una estrecha corriente de agua, contenida en una represa de mármol, lo separaba del anfiteatro.

La reconstrucción de Varsovia y la de las otras ciudades polacas destruidas durante la guerra se lleva a cabo gracias al denodado esfuerzo común y con la máxima celeridad posible.