Amor de los húngaros al santo rey Esteban, campeón cristiano


No es fácil formarse idea, ni siquiera aproximada, del profundo amor y admiración que sienten los húngaros por san Esteban, el rey que vivió hace mil años, nieto de un nieto de Arpad. Su obra principal fue la de convertir el cristianismo en religión de su patria. Con ello civilizó el estado que gobernaba y fue extirpando poco a poco él instinto salvaje de aquellos bravos, que tan arraigado se hallaba en sus antepasados, entre quienes el robo y el saqueo eran cosas corrientes.

Hungría ha sido llamada el Muro de la Cristiandad por haber resistido infinidad de veces los ataques de los turcos, la amenaza de estos invasores, por la vía del Danubio, produjo tanto terror! durante siglos en toda Europa, que hubo necesidad de crear la contribuyan turca, con cuyo producto se organizaba la defensa o se sobornaba a los invasores. Polonia, Bohemia y Austria, lo mismo que Hungría, guerreaban continuamente con los turcos pero esta última, por su situación, sufría cual ninguna las terribles consecuencias de aquellas constantes luchas, saqueos y devastaciones.