Las grandes obras de los árabes que se conservan todavía en las ciudades españolas


Aquellos grandes hombres que hicieron progresar en tan alto grado la agricultura y la industria en España, hasta hacer de Valencia y Murcia un vergel incomparable, y de todo el mediodía de la Península una colmena grandiosa, dejaron tras sí monumentos gloriosos, que son todavía testimonio de su genio. Podríamos nosotros seguir la historia de los árabes con sólo estudiar sus obras arquitectónicas, sobre todo en España. Cuando la cultura arabigoespañola alcanzaba en el siglo viii su mayor esplendor, se construyó la mezquita de Córdoba, la cual se conserva aún como manifestación de aquella época en que el árabe amaba la belleza, se interesaba profundamente por la sabiduría y era un sincero creyente, a la vez que un poderoso guerrero. En el exterior de la mencionada mezquita todo es sencillo, severo y macizo, en tanto en el interior se alza un bosque de columnas, que sostienen un pabellón de curvas ondulantes, con sus arcos entrelazados como las ramas de los árboles. Antiguamente el pavimento estaba forrado de plata, y los muros, recubiertos de azulejos, aparecían relucientes. La belleza de este antiguo monumento arquitectónico está en la construcción, donde nada hay de fantástico ni caprichoso. Es la representación en piedra de algunas de las más grandes cualidades del pensamiento árabe, en el renacimiento de la civilización.