La vigorosa personalidad del presidente Abraham Lincoln


Éste es el nombre de una de las más notables figuras, sin exceptuar a Washington, de la historia de Estados Unidos de América. No pudo ser más humilde su cuna; y, si llegó a la suprema magistratura, fue debido a su fuerza de voluntad y a la firmeza de sus propósitos. Nació en febrero de 1809, en una cabaña de Kentucky. Su padre era carpintero; su buena madre lo hizo instruir y lo educó.

Al llegar Abraham a los siete años, trasladóse su padre al actual estado de Indiana, donde la familia construyó una granja con troncos de árbol, y dedicáronse todos a la labranza. Dos años después falleció la madre, a consecuencia de una terrible epidemia. Suerte fue para los huerfanitos que Lincoln contrajera segundas nupcias y resultara la madrastra una excelente mujer. A los once años fue enviado Abraham a una escuela rural, cercana a la granja, y aunque el padre se empeñaba en que, dada su robustez, debía hacerse labrador, la madrastra sostuvo que era preciso darle carrera, en vista de la pasión que sentía por los libros.

La asistencia del niño a la escuela era, sin embargo, muy irregular, pues tenía que ayudar a sus padres en las labores del campo, mas no por eso descuidaba las lecturas, robando horas al sueño. A los diecinueve años decidió ganarse la vida por sí mismo, transportando maderas en una lancha, de un punto a otro del Misisipí. Poco después cambiaba nuevamente de domicilio la familia, para traslardarse a Illinois, donde Lincoln entró como dependiente en un almacén de Nueva Salem. Al estallar en 1832 la guerra con los indios Halcones Negros, fue elegido capitán de una compañía, y, terminada la campaña, empezó su carrera pública como administrador de correos, pero dedicaba sus horas libres al estudio de las leyes, y tan perfectamente dominó la materia, que en 1836 era admitido en el foro.

No era muy gallarda su figura, pero en cuanto tomaba la palabra, transformábase su rostro, y se imponía a cuantos lo escuchaban; tanta confianza alcanzó por parte del pueblo de Illinois, que lo eligieron diputado de su Legislatura, y en 1847 lo enviaron como representante suyo al Congreso.

Durante algunos años, después de su regreso de Washington, se dedicó enteramente al ejercicio de la abogacía, y cuando en 1854 se presentó en el Senado el bill admitiendo en la Unión como Estados los territorios esclavistas de Kansas y Nebraska, Lincoln se lanzó a la lucha, y en un ardiente discurso contra Esteban Douglas, jefe de los representantes del Oeste, proclamó que la esclavitud era una injusticia y una mala política.

En noviembre de 1860, y bajo la indignación ocasionada por la ejecución de Juan Brown en Harper's Ferry, era Abraham Lincoln elegido presidente de la República, de cuyo cargo debía tomar posesión en marzo siguiente.