La campaña de 1863, la decisiva victoria nordista de Gettusburg


Comenzó el año expidiendo el presidente Lincoln, el 1* de enero, un decreto declarando libres a todos los esclavos de los Estados secesionistas.

Siempre con el propósito de tomar a Richmond, fue nombrado generalísimo, en reemplazo de Burnside, Joe Hooker. Chocaron los dos ejércitos en Chancellorsville (2 de mayo), y aunque Lee repelió al ejército del Potomac a sus antiguas estancias, los sudistas tuvieron que declarar la irreparable pérdida del bravísimo Stonewall Jackson, muerto en la pelea.

Lee cometió entonces la falta de invadir el Norte, y se dirigió hacia Pennsylvania. Fue sustituido Hooker por el general Jorge G. Meade, y los dos ejércitos se toparon en Gettysburg; tres días duró la batalla, y aunque los sudistas hicieron prodigios de valor, especialmente en una tremenda carga dada por 13.000 hombres al mando de los generales Pickett y Pettigrew contra el centro de Meade, tuvieron que declararse en retirada y regresar a Virginia.

A la importante victoria conseguida en Gettysburg (3 de julio) vino a añadirse el brillante triunfo alcanzado el día siguiente por el general Ulises S. Grant, que, por fin, lograba apoderarse de Vicksburg, perdiendo con ella los sudistas la línea del Misisipí. Habíase, pues, alcanzado uno de los principales objetos de la guerra, y los estados de Luisiana, Arkansas y Tejas quedaban incomunicados con los restantes de la Confederación.

Más afortunados fueron los sudistas en Tennessee; el general confederado Bragg derrotó en Chickamauga al unionista Rosecrans, y, en consecuencia, sitiaba la ciudad de Chattanooga. Nombrado Grant general en jefe de los ejércitos del Oeste, envió refuerzos en auxilio de los asediados, y trabada batalla “en terreno sobre las nubes”, viéronse los confederados obligados a levantar el cerco (23 de noviembre).