Cambios que sobrevinieron en Francia y caída del imperio


Durante los sesenta años siguientes, los tiempos fueron difíciles y llenos de disturbios. Hubo frecuentes cambios de gobierno, pues Francia tuvo sucesivamente tres reyes, una república con su presidente, un imperio y, por último, otra vez la república. El emperador era sobrino del gran Napoleón, y se llamó Napoleón III. Por cuatro veces volvió a estallar la revolución y hubo luchas en las calles de París.

El fin del imperio de Napoleón III fue trágico. Sin razón ni preparación alguna, determinó el Emperador hacer la guerra a Alemania, y después de seis semanas de terribles batallas que sembraron ruinas y desolación por las hermosas tierras limítrofes de ambos países, Napoleón III con todo su ejército se entregó prisionero, en Sedán, a los alemanes victoriosos; desde este momento quedó proclamada en Francia una nueva república. Durante cuatro meses el ejército alemán sitió a París, de modo que nadie podía entrar ni salir de la ciudad y las cartas eran enviadas por medio de palomas mensajeras.

El cuartel general del soberano alemán, llamado hasta entonces rey de Prusia, estaba en el palacio de Versares, y en este palacio, en la gran sala de los Espejos, fue proclamado emperador, durante el sitio de París.

Cuando la ciudad, no pudiendo resistir más, hubo de rendirse, fue ocupada por los alemanes durante cuarenta y ocho horas. Hallábanse todavía los vencedores en las alturas que dominan a París, cuando sobrevino un segundo sitio. Franceses luchaban contra franceses. Hacía dos meses que una considerable fuerza del ejército, apoyada por la Comuna, así llamada aquella organización, trabajaba por hacer a París independiente del resto de Francia; al presumir su derrota, pegaron fuego a los edificios. La causa de este encono por ciertos comuneros fueron, en parte, algunos de los términos en que había sido hecha la paz: Francia debía entregar las dos hermosas provincias de Alsacia y de Lorena, conquistadas por Luis XIV.

La república proclamada después de Sedán, en 1870, es la forma de gobierno persistente en Francia.