Los caminos fluviales transportan mercancías de un extremo a otro


Se calcula que Francia tiene 150 ríos por los que se pueden transportar mercancías en barcas de diversos tamaños, siguiendo largos trayectos, lo cual es una gran ventaja, teniendo en cuenta que buena parte del extenso territorio francés se encuentra bastante alejada del mar. Pero, además de estos ríos, hay una red de canales que suman varios centenares de kilómetros y que enlazan o mejoran los diversos sistemas fluviales, y ponen en comunicación, unos, el Atlántico con el Mediterráneo por el valle del Garona, en tanto que otros comunican el Ródano con el mar, por arriba de su delta. Con esta disposición de los canales se conducen con gran facilidad de un extremo a otro de Francia pesadas mercancías, cuyo transporte resulta mucho más barato que por vía terrestre.

Unas veces los canales atraviesan las montañas por medio de túneles; otras circulan por acueductos a través de los valles. Es un espectáculo curioso el contemplar una barcaza cruzando un acueducto a considerable altura. Prosiguen estas barcazas su viaje terrestre día tras día, arrastradas generalmente por un caballo, remolcadas a veces por una lancha, atravesando praderas cuajadas de flores, dejando atrás grupos bulliciosos de chiquillos vestidos con blusas azules, cruzando campos de mieses, huertas y viñedos, hermosas y ricas granjas, castillos, pueblos y ciudades.