El penoso trabajo de millares de esclavos


La Gran Pirámide es el mayor monumento que se ha levantado jamás en la tierra y el único que se presenta hoy día, a pesar del tiempo transcurrido, casi exactamente como debió manifestarse hace seis mil años.. El viajero que sentado en la arena tiene la mirada fija en él, lo contempla lleno de admiración, porque le habla de un tiempo que no volverá nunca, de un tiempo en que un hombre podía encadenar a centenares de millares de hombres y forzarlos a trabajar como bestias del campo.

Durante veinte años estuvieron trabajando cien mil esclavos para construir sólo esta pirámide, la mayor de las tres que se levantan sobre la arena cerca de El Cairo; y, a pesar de destinarla a encerrar el cadáver de un rey, la hicieron tres veces mayor que la catedral de San Pedro de Roma y quince metros más alta (137,18 metros en la actualidad). Sus fundamentos ocupan una superficie de 526 áreas, y las piedras que contiene miden una capacidad de cerca de 3.000.000 de metros cúbicos, es decir, la suficiente para construir una acera de veinte centímetros de ancho que diera una vuelta alrededor del mundo.