Una curiosa costumbre que sólo se practicaba a escondidas


Siglos atrás, antes de que la gente llevase medias, atábanse tiritas de tela alrededor de las piernas y pies; cuando apareció la moda de admirar pies diminutos en las mujeres, las tiras fueron comprimidas cada vez más hasta que se llegó al extremo de aplastar los dedos metiéndolos debajo del pie y haciéndole así adquirir formas distintas a la natural, para calzarlo luego con un zapato estrechísimo, no digamos para una joven, sino para una criatura de un año. Ninguna niña de la clase elevada podía aspirar al matrimonio si no tenia los pies pequeñitos, y de este modo, centuria tras centuria, se persistió en tan horrible práctica. La China de hoy abolió con severas penalidades esa inhumana costumbre de aquellas épocas pretéritas.