Los gases que prestan ayuda a la generaciĆ³n de la sangre


El gas más importante de la sangre es indudablemente el oxígeno. Se encuentra en muy poca cantidad en la sangre que por las venas va a los pulmones, pero en cantidad mayor en la que procede de los pulmones. Circula no como gas, estado en que ocuparía mucho mayor espacio, sino combinado con hemoglobina, formando la oxihemoglobina. Solamente una pequeñísima cantidad de oxígeno queda disuelta, cabe señalarlo, en la parte fluida de la sangre.

Gran cantidad de nitrógeno se disuelve siempre en la parte fluida de la sangre, en la que ha podido penetrar con el aire que aspiran los pulmones: en circunstancias normales no tiene una función determinada. Moriríamos ciertamente, si en nuestros alimentos no entrasen los compuestos de nitrógeno, y únicamente ciertas clases de plantas humildes son las que tienen la propiedad de tomar el nitrógeno simple y combinarlo. Todo el mundo animal, incluso el hombre, depende de ellas en cuanto a los compuestos del nitrógeno.

Cuando aspiramos cloroformo o bien éter, para adormecer un dolor, estos gases se hallan, en estado de disolución, en la sangre, de la misma manera que al respirar aire impuro los diferentes gases que lo constituyen pueden hallarse también en ella.