Maravillosa construcción de un pelo y su conservación


Si nos fijamos en el vello que cubre parte de nuestros brazos, vemos que crece en direcciones diferentes y en diferentes partes. Ahora bien, si suponemos a un hombre desnudo, sentado y encogido bajo la lluvia, vemos que el vello así distribuido le sirve de excelente ayuda para que el agua se deslice rápidamente por sus miembros abajo: mas como el hombre moderno va vestido, tal ventaja no es apreciable y su utilidad, por tanto, desaparece completamente.

Nace cada pelo en un punto especial de la piel sana. Así vemos que si ésta recibe una herida, se forma una cicatriz que se cubre de una piel imperfecta en que no puede criarse pelo alguno, de la misma manera que cuando todo nuestro cuerpo está bañado de sudor, las cicatrices permanecen secas por carecer de glándulas secretorias. La cuna del pelo es un sitio sumamente complicado y de admirable construcción, Consta cada pelo de seis capas, hechas todas por las células del bulbo piloso, del cual crece el pelo. Necesita cada pelo especial cuidado de conservación, pues de lo contrario, se vuelve quebradizo y cae; para evitarlo hay unas glándulas originales, por lo general dos, para cada pelo, que segregan una especie de aceite con el que el pelo se conserva suave y esponjoso y que impide se quiebre. Está asimismo provisto cada pelo de un diminuto músculo adherido a su raíz y que al contraerse, pone el pelo en tensión. Por eso, cuando leemos que a alguien se le erizó el pelo de terror, es muy posible que así sucediese, a pesar de ser tales casos nada frecuentes.