La importancia de estudiar todo el psiquismo y no una sola parte


La mente es la parte nuestra que conoce y sabe; pero no debemos olvidar que nuestra vida psíquica incluye también el sentir, el querer, el imaginar. Un gran resultado de años de trabajo en este asunto ha sido recordarnos la importancia de estas y otras varias partes, muy distintas de la inteligencia. La enseñanza que no repara en el hábito, el sentimiento, el instinto, la libertad, no será un estudio completo del psiquismo del hombre, ni el más importante. Porque si olvidamos todo el resto de nuestra vida psíquica, ¿podremos aprender el medio por el cual las ideas, opiniones y juicios que formamos de las cosas y de las personas están afectados por nuestras repugnancias, simpatías y sentimientos?

Muchas veces hemos mirado el cielo y contemplado las estrellas. Cada una parece un punto a quienes las contemplamos desde tanta distancia. Sin embargo, hemos aprendido que muchas no son una estrella solitaria sino el conjunto maravilloso que llamamos constelaciones. Son muchos soles que giran, entrelazados en una unidad perfecta, según el ritmo que marcaron los siglos. Nuestra vida psíquica, y su educación, se ha de asemejar a estas constelaciones del cielo. El mundo que nos rodea es rico: está hecho de sonrisas y dolores; lo pintaron con claridades y con sombras; está dicho con palabras que susurran y cantado en estrofas de gloria. Cuando llega hasta nosotros, tocando la aldaba de nuestros sentidos, se transforma en los soles de la imagen y la idea, del sentimiento y la pasión, de la voluntad y de la acción, y lo importante es que estos soles se organicen en nuestro interior, formando el conjunto armónico de las constelaciones en el giro exacto de cada uno para que veamos el brillo del todo.

Pero ahora que estamos seguros de no cometer el error de suponer que la parte racional y cognoscitiva es todo el psiquismo, y que sabemos que el sentir y el imaginar y otros actos son tan importantes como el pensar, podemos entrar más al interior de nuestras sensaciones y ver si podemos saludar al amo de nuestro cuerpo.