Acción maravillosa de la materia verde


¿Cuál es, pues, el papel desempeñado por la materia verde? Sencilla es la respuesta: sin dicha materia no podría tener lugar ninguna de las precedentes descomposiciones y absorciones. Veamos, de un modo exacto, lo que sucede. El ácido carbónico, como hemos dicho ya, está compuesto de oxígeno y carbono, y estos dos elementos están unidos en dicho cuerpo con una fuerza de afinidad tan grande, que el separar o desunir los dos elementos componentes del ácido carbónico es una de las empresas más difíciles que ofrecerse pudieran a todo lo que no sea una planta Verde.

Tan grande es esta fuerza de unión, que para vencerla se necesita una enorme energía adecuadamente usada y en el instante oportuno, y aun así, y sin los debidos cuidados, los dos elementos, en el instante mismo de separarse, vuelven a unirse de nuevo, sin que se pueda apreciar de qué manera ha podido tener lugar esta nueva unión. Ninguna de estas arduas dificultades se ofrece a las plantas. Hace muy pocos años que el hombre consiguió, después de largos y laboriosos estudios, y a costa de dispendiosas y aun peligrosas experiencias, descomponer por vez primera al ácido carbónico en sus dos componentes; pero para una hoja verde la cosa es muy fácil.

La sustancia Verde que la hoja contiene no posee virtud alguna por sí misma, y fácilmente se comprenderá que se necesita una gran cantidad de energía para separar cosas que están unidas por una trabazón tan firme, del propio modo que cuanto más fuertemente está clavado un clavo en la pared, con tanta mayor energía se ha de tirar de él para arrancarle.