La columna vertebral, verdadero eje de nuestro cuerpo

El esqueleto humano está formado por 208 huesos, de los cuales 34 constituyen la columna vertebral, que está situada verticalmenle en la línea media y en la parte posterior del tronco. En su extremidad superior se ensancha para formar el cráneo y en su extremidad inferior, por el contrario, se aguza para formar en los animales la cola y en el hombre un rudimento de ésta, el coxis.

Si observamos la figura que en este capítulo representa al esqueleto del hombre, vemos que de su parte media salen unos arcos óseos, 12 de cada lado, por lo tanto 24 en conjunto, que son las costillas, y que forman el tórax o caja torácica. Este número de costillas es igual en hombres y mujeres, y por cierto que en nada corresponde a la verdad la leyenda de que en el sexo masculino hay una costilla de menos. Las primeras siete costillas se unen por delante al hueso del pecho llamado esternón; las tres siguientes también se unen al esternón, pero antes de llegar a él se ligan entre sí; las dos restantes, que no se unen en la parte anterior a ningún otro hueso ni entre sí, reciben el nombre de costillas flotantes.

El tórax presenta otros dos huesos, la clavícula por delante y la escápula u omóplato por detrás. Estos huesos se unen por medio de ligamentos, y de ellos penden los 32 huesos que forman el miembro superior.

En la parte inferior del eje central vemos dos alerones, que son los huesos coxales o de la cadera. Ambos se unen en la línea media anterior y se articulan por detrás con el hueso llamado sacro, constituyendo este conjunto la pelvis, donde se implantan los fémures, de los cuales penden los miembros inferiores.

Ahora comprendemos bien la importancia arquitectónica de la columna vertebral; todo el cuerpo está edificado en torno suyo, y sin ella se derrumbaría, como un edificio al que le faltara la armazón.