El capitán Nemo jura vengarse y enarbola la bandera negra


La bala pasó silbando cerca de nosotros, que estábamos en el puente superior del submarino, y Ned Land, en un momento de locura, hizo señas al enemigo con su pañuelo, pero inmediatamente cayó redondo derribado por la férrea mano del capitán Nemo. Luego éste, horrorosamente pálido, volvióse hacia el barco de guerra, que iba aproximándose, y con voz estentórea gritó:

-¡Ah, maldito buque de una nación execrable! ¡Ya sabes quién soy! No necesito ver tu bandera para conocerte. ¡Mira la mía!

Y así diciendo, desplegó una bandera negra, e imperiosamente nos mandó bajar a la cámara, en el momento en que una bala daba contra el Naxitilus y, rebotando en su casco, iba a perderse en el mar.

-Ya habéis visto cómo nos ha atacado -dijo más tranquilo-. Echaré a pique ese barco, pero no aquí, no aquí; no quiero que sus restos se mezclen con los del Vengador.