Supuestos canales, manchas de vegetación y otras cosas notables que se observan en Marte


Marte tiene un diámetro algo mayor que la mitad del diámetro terrestre, pues alcanza a 6.750 kilómetros. Aunque es bastante más pequeño que la Tierra, tiene rasgos muy parecidos a los de nuestro planeta, tal como se pueden determinar en cada una de sus aproximaciones.

Es evidente que ese color rojizo se debe a la naturaleza del suelo, que está constituido en su mayor parte por rocas con alto contenido de óxido de hierro. También, cuando las condiciones son favorables, es posible ver gran número de manchas y trazos, de distinto tamaño y tonalidad, que dieron origen a largas discusiones entre los astrónomos. Algunos consideraron que tales imágenes correspondían a formaciones análogas a las de la Tierra, como montañas, mares y ríos. Otros llegaron a suponer que las características estrías que observaban, eran gigantescos canales, construidos por seres inteligentes, que los destinaban a regar las áridas regiones del planeta. Pero en lo que se refiere a estos pretendidos canales, se ha comprobado con la ayuda de telescopios más poderosos, y gracias al empleo de placas fotográficas, que tales formaciones -que se tomaban por canales- eran sucesiones de manchas irregulares, más o menos discontinuas. No cabe duda ahora de que esas formaciones son naturales.

Sin embargo, hay algo de gran importancia sobre lo cual se puede estar seguro. En las regiones polares de Marte se presentan todos los años -años de Marte, se entiende-, sendas manchas brillantes que aumentan al llegar el invierno respectivo, y disminuyendo hasta casi desaparecer en el verano correspondiente. Este fenómeno es análogo al que ocurre en las regiones frías de la Tierra, en que la nieve depositada en invierno desaparece a causa del calor estival. Por ese hecho se tiene la certeza de que en Marte existe agua, aunque probablemente en proporción mucho menor que en la Tierra.

Otros cambios de coloración que se observan en Marte a lo largo del año se atribuyen a la existencia de vegetación, que se marchita en verano para reverdecer en la estación más propicia, en la que se benefician con el agua proveniente del deshielo. Por lo demás, la capa de hielo que en invierno se forma en los polos de Marte, debe de ser muy delgada, como lo sugiere la rapidez con que desaparece con la temperatura.

La temperatura de Marte varía, en su zona ecuatorial, entre - 18°C y - 45ºC. Su atmósfera, muy enrarecida, presenta evidencias de oxígeno y vapor de agua. Podríamos decir que, en general, las condiciones del planeta Marte son análogas a las que existen en las cumbres de las más altas montañas terrestres.

Marte es, sin duda, el planeta más parecido al nuestro. No es, por ello, aventurado suponer que en Marte exista alguna forma de vida, aunque los seres que lo habiten deben de estar adaptados a las rigurosas condiciones de su clima.