¿Sabemos algo sobre el nacimiento de la luna?


Ya tenemos una idea bastante concreta acerca de la formación de la Tierra y de su evolución en las primeras etapas de su vida. ¿Qué podemos decir ahora sobre c! origen de ese cuerpo que acompaña a la Tierra en forma de satélite, y denominamos Luna? ¿Se originó juntamente con la Tierra, del mismo material cósmico primitivo? ¿Fue un astro errante que al entrar en la esfera de atracción de la Tierra quedó convertido en su satélite por la gravitación?

Algunos hombres de ciencia han creído que la Luna, en épocas geológicas recientes, se formó con materiales provenientes de la corteza terrestre ya consolidada, dejando una gran cicatriz u hoyo en la región del océano Pacífico. Pero esta hipótesis no puede sostenerse, pues la Luna es demasiado grande como para que se haya podido formar con esa cantidad de materiales.

Todo hace pensar que la Luna se separó de la Tierra en los tiempos primitivos, cuando todavía no se habían formado los continentes, y la superficie estaba en estado líquido.

La Tierra, en el comienzo de su historia, era un globo ígneo que giraba rápidamente. En esos lejanos tiempos la Luna no gravitaba aún en su torno. Pero con el transcurrir de los milenios, debido a los roces internos, el movimiento de rotación de nuestro planeta se fue frenando paulatinamente. Llegó una época en que el movimiento de rotación se cumplía en sólo cuatro horas, en comparación con las 24 horas que emplea en nuestros días. En ese entonces giraba pues seis veces más rápidamente.

Es sabido que la atracción combinada de la Luna y del Sol sobre las aguas oceánicas produce su levantamiento en forma de ola gigantesca, lo cual constituye las mareas. Si bien en aquellos primitivos tiempos no existía la Luna, y tampoco existían los océanos, pues a tan altas temperaturas el agua no puede permanecer en estado líquido, se ejercía en cambio la atracción del Sol sobre la masa líquida que constituía la superficie terrestre. Debido a la rapidez de la rotación de la Tierra en aquellos tiempos, la fuerza centrífuga se fue incrementando, de modo que la marea de masa ígnea también fue creciendo continuamente. Llegó un momento en que la ola de marea fue suficientemente elevada como para que las partes más prominentes escaparan de la acción gravitatoria terrestre, separándose en forma de masa ígnea, que permaneció gravitando en torno de nuestro planeta.

Claro que esta explicación está basada en hipótesis que deberán confirmarse en investigaciones futuras. Pero, de cualquier modo, nos dice cómo pudo haberse formado la Luna.