Cómo preocupó a los primeros hombres la historia de la tierra


Ahora bien, la historia de la Tierra es muchísimo más interesante, maravillosa y noble que todas las historias de detectives escritas o por escribir. Desde los tiempos más remotos los hombres se interesaron por conocer la estructura de la Tierra, el lugar donde vivían, y trataron de explicarse los fenómenos celestes más sencillos pero de tanta importancia en sus vidas, como son, por ejemplo, la misteriosa sucesión de los días y las noches, el incesante cambio de las estaciones, la asombrosa variación de la forma de la Luna, que a veces se mostraba redonda como un disco, luego iba apareciendo como una hoz, cada vez más delgada, hasta desaparecer completamente, para retornar otra vez como una hoz que se va ensanchando hasta aparecer nuevamente redonda y majestuosa, y así siempre, incesantemente.

Éstas y muchas otras cosas apasionaron a los hombres de la antigüedad que, con su afán de explicarse esos misteriosos cambios, elaboraron teorías que no siempre resultaron ciertas; muchas veces, por apariencias falsas, fueron conducidos a resultados erróneos. Pero a costa del esfuerzo y del ansia de saber de los hombres, de los errores de unos corregidos por los que vinieron después, pudo llegarse, paso a paso, al cúmulo de los conocimientos actuales que constituyen la ciencia moderna.