De qué modo la geología nos enseña la historia de la Tierra


Sabemos ya cuál es la gran lección que nos brinda la Geología. Pasaremos ahora a tratar los hechos principales del desmoronamiento de la corteza terrestre, que tanta importancia tiene en esa ciencia. Claro es que, tal como lo dijimos anteriormente, debemos valemos de casi todas las demás ciencias, y en particular de la Geografía física, en lo que se refiere al estudio de los ríos, los lagos, las montañas, etc. También debemos recurrir a los informes de ¡os químicos, que son quienes entienden de las transformaciones de las rocas y de los minerales. A la Química se le debe en particular el conocimiento de que el anhídrido carbónico, disuelto en el agua de lluvia, contribuye a disolver muchas rocas de la superficie terrestre. También a los químicos debemos el conocimiento del ozono (gas cuyas moléculas están formadas por tres átomos de oxígeno, y que se produce, mediante descargas eléctricas de alta tensión, a partir de las moléculas compuestas por dos átomos, que forman el oxígeno del aire). El ozono abunda en las altas capas atmosféricas, y es el responsable de la absorción de la mayor parte de los rayos ultravioletas que nos envía la poderosa "usina" que es el Sol.

También la mecánica, hidráulica o termodinámica, nos ayudarán a comprender la acción de las heladas y de la lluvia, de las olas y de las mareas, de los ríos que corren por la superficie o por debajo de ella, y también de los ventisqueros, o ríos de hielo.

Todos esos elementos son las herramientas que esculpen la faz del planeta. Si las observamos en cualquier momento, veremos cómo tallan, modelan, ahuecan o alisan la costra sólida de nuestro globo. Solamente así aprenderemos a leer la historia de la Tierra. Se refiere también la Geología al estudio de los terremotos y de las erupciones volcánicas. Sabemos, por otra parte, que las obras más notables de esas "esculturas" terrestres son las montañas. Ahora bien ¿éstas se formaron debido a la acción de los volcanes y de los terremotos? Así se había pensado hasta hace relativamente poco tiempo, pero en la actualidad se han logrado pruebas de que las transformaciones se realizan durante largos períodos de aparente calma, en que se elevan o destruyen grandes cadenas montañosas.