Un maravilloso sistema para triturar montañas


Comenzábase elevando el mineral a gran altura y después de pasarlo por molinos trituradores, se lo hacía descender por entre imanes, los cuales atraían las partículas de hierro apartándolas a un lado de una especie de pared divisoria, donde caían al suelo, mientras la escoria, sobre la cual no ejercían efecto alguno los imanes, seguía su camino hasta abajo por el lado opuesto de la expresada pared, y era luego apartada. Edison gastó en los ensayos casi toda su fortuna. Todo prometía un gran éxito. El principio fundamental era magnífico; los métodos de trituración y separación, admirables; Edison tenía el propósito de volar y triturar todos los montes que contuviesen mineral de hierro. Empleaba una aguja magnética que le revelaba al punto la existencia en las rocas de esta última sustancia; y las montañas, después de pulverizadas y pasadas a través de sus molinos trituradores, serían convertidas en bloques de acero. Cuando todos los preparativos estuvieron terminados y todo parecía prometer el éxito más risueño, las esperanzas del inventor quedaron de pronto frustradas. Al lado mismo de su instalación descubriéronse ricos depósitos de mineral de hierro, que podía ser tan fácilmente arrancado y puesto en el mercado a un precio tan reducido, que los planes todos de Edison se vinieron a tierra con espantoso fracaso. Los trabajos tuvieron que ser suspendidos; y Edison perdió un capital en lo que, sin duda alguna, podemos calificar de uno de sus más importantes inventos. Su primer pensamiento fue pagar a los acreedores de la empresa, y luego volvió a trabajar nuevamente para reconstituir su perdida fortuna.