El pensamiento de Confucio y su valor actual

Las enseñanzas de Confucio subsisten, y casi una quinta parte de la humanidad las sigue fidelísimamente, tomándolas como norma de vida. La gente que cree en Confucio no es gente débil, ni decadente, ni tonta; se trata de hombres tan inteligentes como los demás; se multiplican rápidamente, son muy fuertes y trabajadores, y, con su esfuerzo y sus creencias, acaso lleguen a desempeñar un papel tan importante en el mundo futuro como el de los pueblos más avanzados. Esto debe tenerse muy presente al estudiar a Confucio.
Por los pensamientos se rige la acción de los hombres; y los maestros del pensamiento son los sabios. El chino Kung, nacido hace más de 2500 años, no sólo fue un gran pensador en su tiempo sino que sigue todavía y seguirá siendo una potencia de vida intelectual en el mundo moderno y en lo por venir. La ignorancia es vergonzosa, si no en los niños, en las personas mayores que se suponen cultas y que tienen la obligación de indicar a los niños lo que éstos deben aprender. Muchas de estas personas mayores creen que Confucio es un muerto del que sólo se acuerdan algunos paganos que viven muy distantes de nosotros.
Confucio ha sido y sigue siendo una fuerza influyente en el mundo. Supongamos que fueran falsas sus doctrinas, que nunca hubiese dicho la verdad; pero, aun así y todo, por seguir su doctrina, el confucianismo, casi una quinta parte de la humanidad, merecería despertar interés.