Un presente griego


Después de diez años de asedio ante los muros de Troya, sin conseguir tomarla, se le ocurrió a Odiseo una estratagema para lograrlo. Concertó una tregua y ofreció a los troyanos un enorme caballo de madera que dijo ser voto hecho a los dioses.

Para entrarlo en la ciudad fue preciso derribar un lienzo de la muralla, pues las grandes dimensiones del caballo hacían imposible entrarlo por las puertas. En su vientre encerraba aquel regalo los elementos para la destrucción de la ciudad; en efecto, allí había hecho esconder Odiseo a varios guerreros, escogidos entre los más valientes.

Al llegar la noche, salieron de su encierro y, abriendo las puertas de la ciudad, dieron entrada a los griegos que también irrumpieron por el boquete hecho en la muralla para entrar el célebre caballo.

“Un presente griego” es frase que se. aplica para calificar un regalo que lleva en sí preocupaciones y perjuicios para el obsequiado o hasta su misma destrucción o muerte.


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