Un juicio salomónico


La fabulosa sentencia dictada por el rey de Israel en el caso de dos mujeres que disputaban acerca de la maternidad de una criatura, a la que el sabio rey ordenó partir en dos y entregar una mitad a cada una de las madres, lo que determinó la negativa de la verdadera madre, quien prefirióla viva en poder de otra persona a muerta en el suyo, ha dado origen a la frase del título. Se la cita para calificar sentencias o determinaciones, aparentemente arbitrarias o inhumanas, que consiguen descubrir la verdad y hacer justicia.


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