LAS TRES CRIADAS


Al enterarse de que la esposa de un labrador necesitaba una criada, tres muchachas fueron a ofrecérsele para el puesto.

- Ahora -dijo el marido-  te voy a mostrar cómo se escoge una buena criada.

Y puso una escoba atravesada en el camino que conducía a la puerta de la granja. La primera muchacha echó la escoba a un lado de un puntapié, y el granjero le dijo:

Es una chica perezosa, y no doblaría, pues, la espalda para recogerla.

La segunda muchacha pasó sobre la escoba.

- No nos sirve -dijo el granjero-; pasaría por alto su trabajo.

La tercera muchacha recogió la escoba y la puso en un rincón fuera del camino, y el granjero dijo:

- Ésta es la muchacha que me conviene; es ordenada, solícita y muy hacendosa.

Así que ésta fue la preferida para ocupar el puesto.


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