Las ondas radioeléctricas también se reflejan


En todos los ejemplos que hemos visto nos referimos a reflexiones, o sea ecos, de ondas sonoras, pero también tienen esta propiedad las ondas electromagnéticas, que son las que capta nuestro receptor de radio. Si no fuese así, sería imposible la transmisión de programas radiotelefónicos a grandes distancias, como los que actualmente se radian en onda corta. En efecto, si dichas ondas no se reflejasen en las capas de la ionosfera -zona alta de la atmósfera-, se perderían en el espacio y jamás llegarían hasta nosotros.

Después de estas consideraciones, veamos ahora cuan sencillo resulta comprender el funcionamiento del equipo de radar.

El aparato consta de tres partes importantes: un transmisor de ondas electromagnéticas, un receptor y una antena transmisora-receptora. Las ondas que se radian al espacio son de muy corta longitud, razón por la cual se las denomina, microondas. Además dichas ondas no se radian en todas direcciones, como en las transmisiones comunes de radio, sino que se las dirige en una sola dirección, como si fuese la luz que sale de un reflector. Por ello, pues, es necesario tener una antena especial que permita la radiación de las microondas en una sola dirección. El receptor, que no es más que un aparato de radio, se halla junto al transmisor y está sintonizado en la frecuencia con que radia el transmisor. Ahora bien, como la antena es giratoria, podemos dirigir nuestro haz de ondas en cualquier dirección. Supongamos que mientras movemos el haz hallamos una dirección en la cual hay un cuerpo que refleja las micro-ondas: sucederá entonces que ellas volverán al punto de partida y serán recibidas o captadas por el receptor. De modo, pues, que el operador, en su comando, puede detectar y, por lo tanto, denunciar la presencia de aviones que vuelen cerca de la zona, ya sea de día como de noche, haya niebla o nubes. Todo ello, además, con una rapidez impresionante, casi diríamos instantáneamente, pues las ondas electromagnéticas se propagan con la fantástica velocidad de 300.000 kilómetros por segundo.