La energía atómica proviene exclusivamente del núcleo


Antes de referirnos al aprovechamiento de la energía atómica debemos ver previamente qué es ella y cómo se la libera.

Si quisiéramos hablar con exactitud deberíamos decir energía nuclear en lugar de energía atómica, pues en realidad, es en el núcleo del átomo donde está oculto el apreciado y formidable tesoro energético.

Ya hemos visto que dichos núcleos están formados por la agregación de dos partículas fundamentales: el protón y el neutrón. Ambas poseen aproximadamente la misma masa, pero se diferencian en que la primera es una partícula con una carga eléctrica elemental positiva, mientras que la segunda, en cambio, carece de carga eléctrica. El número de protones que posee un elemento químico en el núcleo de sus átomos, es fijo. Así, por ejemplo, el hidrógeno posee un protón, el helio, dos, el litio tres, el uranio noventa y dos, etc. Podemos decir que los protones caracterizan a un elemento.

No ocurre lo mismo, en cambio, con los neutrones: el litio, por ejemplo, puede tener en sus núcleos dos, tres, cuatro o cinco neutrones; el uranio a su vez puede tener entre 141 y 147 neutrones.

La suma del número de protones más el número de neutrones da lo que se llama el número de masa. Así, entonces, podemos tener uranio de masa 233 hasta 239. De todos estos elementos, el que se encuentra en más abundancia en la Naturaleza es el uranio 238. Todos los elementos que tienen igual número de protones en sus núcleos, pero distinta masa, se denominan isótopos. Los diferentes isótopos de un mismo elemento se pueden representar escribiendo el símbolo químico del elemento seguido por el número de masa, así son riqueza energética escondida en la materia; quedaba, entonces, reservado-a los años futuros la hazaña tremenda de liberarla y poder utilizarla.

La liberación de la energía puede obtenerse por dos procesos distintos, conocidos con los nombres de fisión nuclear y fusión nuclear.

En el año 1934 el físico italiano Enrico Fermi descubrió que si se bombardeaba el uranio con neutrones isótopos del uranio: el U-233, U-234, U-235, etcétera.