El holandés tropieza con dificultades, al parecer insalvables


Huygens supuso que la luz es un proceso análogo al sonido, es decir una perturbación que se propaga por ondas. Así, la luz solar llega a nosotros mediante ondas; un primer punto comienza a vibrar y esa vibración se contagia a los demás, y finalmente llega a nuestros ojos.

También Huygens explica los distintos fenómenos conocidos, tales como la refracción, la propagación en línea recta, etc. Pero enseguida se presenta una objeción fundamental, que parece insalvable: sabido es que la luz se propaga en el vacío. De este fenómeno hay múltiples ejemplos: la luz que llega del Sol atraviesa los espacios siderales, vacíos; en la conocida experiencia para probar que el sonido no se propaga en el vacío, se coloca un reloj con campanilla dentro de una campana de vidrio y luego se hace el vacío. Cuando el reloj suena, nosotros no lo oímos, pero sabemos que ello ocurre porque vemos el mar-tillito que golpea la campanilla. En esta experiencia, vemos el reloj -lo cual prueba que la luz que nos llega de él se propaga en el vacío-, pero no oímos el sonido, lo cual prueba que el sonido no se transmite en el vacío. Pero si la luz se propaga en el vacío, cómo puede ser un movimiento ondulatorio, si de acuerdo a lo que hemos afirmado es imposible, absurdo, que una perturbación se propague en ausencia de un medio elástico? Si la luz constituye un fenómeno oscilatorio, ¿qué oscila? Si se propaga por medio de ondas, ¿qué ondula? Como se ve, parece imposible sostener la teoría de Huygens.