Miremos un poco dentro del ojo, delicado y perfecto instrumento


Si queremos indagar nuevos conocimientos de la Óptica, debemos ir al proceso mismo de la visión, y para ello tenemos que interpretar cómo es y cómo ve nuestro ojo. La verdad es que quien se detiene a estudiar la constitución del ojo, queda inevitablemente admirado de su perfección y de su delicadeza. Sus partes más importantes, en cuanto a la Óptica se refiere, son: el cristalino, que es una lente convergente, la cual reproduce la imagen de todos los objetos que miramos. Dicha imagen se forma en la pared posterior del ojo, donde existe un tejido denominado retina El nervio óptico se encarga de transmitir al cerebro un mensaje correspondiente a dicha imagen; el cerebro, por último, elabora la interpretación.

En síntesis, tal es el proceso; el ojo obra, pues, análogamente a una cámara fotográfica, claro que con una perfección inmensamente mayor. Hagamos notar que el cristalino no es Tígido, como lo es una lente de vidrio, sino que podemos modificar ligeramente su forma. Ello permite que, cualquiera sea la distancia a que se halla el objeto que miramos, la imagen se forme sobre la retina. De lo contrario, no podría verse con nitidez; tal proceso fisiológico, se denomina acomodación.

Así como una cámara fotográfica viene equipada con diafragmas, que permiten regular la entrada de la cantidad de luz, del mismo modo el ojo puede hacerlo automáticamente por medio del iris.