De qué modo puede medirse la presión de la atmósfera


Desde luego podemos medir la longitud de la columna de mercurio en uno de los antedichos tubos, de modo que si la presión atmosférica variase de un día a otro, deberíamos observar variaciones correspondientes en la altura de la columna. Si la presión de la atmósfera es muy elevada y se ejerce con mayor fuerza sobre la superficie del mercurio de la cubeta, deberá ser capaz de sostener una columna más larga de mercurio; y si la presión es débil, no podrá sostener una columna tan alta. Así es, que el experimento de Torricelli no sólo demuestra la existencia de la presión atmosférica, sino que nos ofrece la manera de medir sus variaciones.

Prescindiendo de ciertas alteraciones procedentes de lo que ocurre en la atmósfera, se puede demostrar que al paso que nos elevamos en el aire desciende la columna de mercurio, ya que decrece, la altura de la capa de aire que pasa sobre nosotros y, por lo tanto, la presión.

De igual manera aumenta la presión del agua según nos hundimos más dentro del mar, cosa que todos los buzos saben por experiencia.