Un auténtico artista francés: Antonio Watteau


Durante los últimos años del reinado de Luis XIV surgió un auténtico artista: Antonio Watteau (1684-1721), cuyas telas reflejan la altiva gracia del alma de Francia a través de elegantes figuras.

Watteau murió muy joven, pues apenas tenía treinta y siete años, y sin embargo figura entre los principales artistas no sólo de Francia sino del mundo entero. Fue el primer pintor galante de la época (siglo xviii). Se dedicó a la pintura de escenas cortesanas, por un lado, y a escenas idílicas y campestres, por otro, género en el cual nadie lo igualó, pues la atmósfera casi irreal que trasuntan sus cuadros no podía ser equiparada.

Además de sus maravillosas obras, Watteau dejó cuadernos de bocetos que demuestran su dominio del dibujo. Muchos de sus cuadernos se conservan en el Museo de Berlín; entre ellos recordamos La danza, El concierto, El palco y Fiesta campestre. En el Louvre se conserva la que se considera la principal de sus obras: Embarque para Ciierea.