Figuras y temas que representó la iconografía bizantina


Por su tendencia al hieratismo, la iconografía bizantina se vincula al arte oriental de la antigüedad, aunque su temática difiere de la de éste. Temas de las Sagradas Escrituras y escenas de la vida de la Virgen suministran el material necesario a sus artistas de la primera época. Luego comenzaron a ordenarlos y clasificarlos según un plan determinado; a partir del siglo xi se organizaron en un sistema destinado a iniciar a los fieles en los misterios de la religión y el dogma. Desde entonces la iconografía bizantina estuvo sujeta a un canon determinado; así, por ejemplo, en la cúspide de la cúpula principal, que simboliza el cielo, se encuentra el Cristo Pantocrator, Creador de todas las cosas, que reina sobre todo el mundo. Alrededor de él, los arcángeles, apóstoles y profetas montan guardia, así como los evangelistas ocupan las cuatro pechinas entre el mundo celeste y el terrestre. Detrás del altar la figura hierática de la Virgen, símbolo de la Iglesia, con el niño Jesús en brazos o en actitud orante. La comunión de los apóstoles, a su vez, simboliza la Eucaristía. En las naves se desarrolla el ciclo evangélico, cuyo primer lugar ocupan las doce grandes figuras litúrgicas de la Iglesia Ortodoxa, las cuales compleméntanse, en otras oportunidades, con escenas de la Pasión y la vida de la Virgen.