El ochocientos en algunos otros países de Europa


En Italia pinta grandes frescos en el palacio real de Milán el neoclásico Andrés Appiani (1754-1817). Contra este neoclasicismo reaccionan los puristas, que imitan a los primitivos italianos. Otro grupo primitivista es el llamado de los nazarenos, entre los que se cuenta Juan F. Overbeck (1789-1869). Los prerrafaelistas también se inspiran en el trescientos italiano; el iniciador del grupo es Dante Gabriel Rossetti (1828-1872), y su manera arraigó en Inglaterra en esa época. El romanticismo tiene también sus representantes en Italia; entre ellos Francisco Hayez (1791-1882), quien pintó la historia de las ciudades de Milán y Venecia. La escuela realista italiana consigna los nombres de los hermanos Induno, Fontanesi, Cremona, etc., y el impresionismo influyó en la península; aunque no quedan de este movimiento obras importantes, hay que recordar a Segantini, Morbelki, Previati y algunos otros.

Corresponde también al siglo xix la mayor parte de la obra de Juan Constable (1776-1837), el paisajista inglés que con su arte evocó el tema de la lluvia, el arco iris o la puesta del sol, temas impresionistas mucho antes de la llegada de estos renovadores. En ese mismo país y siguiendo la gran tradición de los retratistas, deja una considerable obra Tomás Lawrence. Entre los pre-rrealistas ingleses deben ser mencionados Guillermo Holman Hunt, Eduardo Burne Jones, Ford Madox Brown y Juan Millais.

En Suiza, Fernando Hodler (1863-1918) sigue de cerca a los impresionistas, pero después de su muerte rápidamente decreció la fama que había adquirido.

En España la primera mitad del siglo xix es la época de la pintura romántica en que perdura la influencia de Goya, último artista extraordinario de esa tierra que ha dado en el pasado un enorme aporte a la pintura universal. El más importante de estos sucesores de Goya es Vicente López (1772-1850). En la segunda mitad del siglo el realismo tiene cultores principalmente en Madrid y Barcelona, como Sánchez Barbudo y Fortuny.