Derivaciones del impresionismo: simbolismo y primitivismo


Jorge Seurat (1859-1891), seguido también por Pissarro y otros, trata de organizar científicamente el método de pintura por puntilleo, esto es, colocando puntos de diferentes colores muy próximos entre sí, procedimiento usado con cierta frecuencia por algunos pintores impresionistas. Sus cuadros toman el aspecto aproximado de un mosaico en el que cada pieza es una pincelada, si se los ve de cerca; pero si el espectador retrocede algunos pasos, esos puntos de color se fusionan en tonos verdaderamente armoniosos y agradables a la vista.

Vicente van Gogh varió esta técnica colocando, en vez de puntos, líneas y manchas de diferentes colores, para darnos una pintura que, a través del color comunica todo su lirismo a quien la contemple.

Otra derivación la constituye el estilo llamado simbolismo, que se afirma con una exposición organizada por Gauguin, Emilio Bernard y Schuffenecker. Una nueva modalidad aportó el primitivismo, del que Enrique Rousseau fue destacado exponente, y cuyos seguidores, como los genuinos artistas populares primitivos, se interesaron fundamentalmente en la simplicidad, el efecto puramente decorativo y el nuevo simbolismo de la pintura que realizaban.