Valoración de la obra de Giotto, el dibujo y el color


Giotto fue un celoso observador de los detalles y un severo autocrítico que prestó la misma atención tanto a la expresión de los rostros como a los pormenores de la vestimenta y otras particularidades del conjunto. De este modo afianzó el arte pictórico en Italia, rompiendo por completo con la tradición bizantina de la que nunca habían logrado separarse totalmente sus precursores de la escuela de Siena. Si analizamos fríamente su obra, encontraremos imperfecciones en el dibujo, que desaparecen frente a los esfuerzos que realizó para resolver el problema de la perspectiva. En cuanto al color de su paleta, fue siempre claro y pálido, alejándose en esto también de la exuberancia bizantina.

Para comprender el trabajo de este gran artista debemos considerar no sólo sus telas, sino también sus numerosos frescos realizados en Padua, Asís y sobre todo en Florencia. En su mayor parte tienen por tema episodios de la vida de san Francisco.