Un palacio único por su grandiosidad: el del Vaticano

La masa monumental e irregular de este palacio, residencia de los papas y el mayor de la actualidad, debe su nombre a la colina homónima sobre la que está construido, en la vecindad de la basílica de San Pedro.

Obra realizada a través de muchos años, han intervenido en su proyecto, realización y decoración numerosos artistas, entre los que cabe recordar a Donato Bramante, Miguel Ángel Buonarroti, Rafael Sanzio, Sangallo, Domingo Fontana, Carlos Maderna y Juan Lorenzo Bernini.

Débese la construcción nueva de este conjunto -abandonadas obras más primitivas- al papa Nicolás V. Entre sus sucesores, la iniciativa del departamento de los Borgias pertenece a Alejandro VI; y la construcción de la Capilla Sixtina a Sixto IV. Otros papas intervinieron en las obras, y las ampliaron correspondiendo al impulso de Julio II la creación del Museo, que hoy comparte, con la Biblioteca, la parte del edificio destinada al gobierno de la Iglesia.

Tal como se encuentra en la actualidad, el largo del conjunto excede los cuatrocientos metros y se desarrolla entre un primer cuerpo, realizado por los papas Nicolás V y Sixto IV, y que contiene el patio de San Dámaso, y un segundo cuerpo, la villa del Belvedere, obra de Inocencio VIII.

Ambos cuerpos fueron luego unidos por el vasto patio llamado de la Pina, obra de Bramante, durante el pontificado de Julio II, y que finalmente fue partido en dos por un cuerpo transversal, asiento actual de la Biblioteca y de las salas del Museo.

En el piso que corre sobre el departamento de los Borgias hay una sala grande y cuatro pequeñas, las stanze, cuyos muros están pintados por Rafael. En el primer cuerpo, la Capilla Sixtina, debida a Juan Dolci y donde se realizan los cónclaves que eligen al Papa, tiene pintado en su bóveda el tema de la Creación de los mundos y del hombre; y en su pared de fondo el del Juicio Final, trabajos monumentales, ambos debidos a Miguel Ángel.

Da una idea de la importancia del palacio del Vaticano saber que cuenta, entre grandes y pequeñas, doscientas ochenta escaleras, veinte patios y más de mil ambientes, entre los dedicados a departamentos, salas, capillas y otras dependencias.