La pintura hispanoamericana en el antiguo Anáhuac


Con Hernán Cortés desembarcaron en México los pintores españoles Rodrigo Cifuentes y Alonso Vázquez, y con ellos se inició la pintura hispanoamericana en el antiguo Anáhuac. Pronto en los conventos se reunió en talleres a indios que pintaron temas religiosos enseñados por los misioneros, y así el carácter local empezó a amalgamarse con el arte importado. A fines del siglo xvi se destacan el pintor Andrés de la Concha y el flamenco Simón Pereyns, que pintó el retablo de la Virgen de la Merced en la catedral de México. Podemos descubrir en los pintores subsiguientes, una tras otra, las influencias de los artistas europeos que iban siendo conocidos en el Nuevo Mundo: Ribera, Murillo, Rubens o Zurbarán, y cuando bien entrado el siglo xvii llega la madurez de la pintura barroca, también en México se cae en el período de amaneramiento, durante el cual se repiten fórmulas conocidas. El colorido es rico y atrayente, y se realizan grandes composiciones murales, como las de Juan Correa.

En México se practicó una pintura con incrustaciones de nácar que recuerda el arte de los aztecas, quienes completaban sus máscaras y esculturas con mosaicos.